Después de sobrevivir el invierno de Sydney sin resfriarme, me desperté la mañana de mi vuelo a Taiwán con el comienzo de uno. Ahora me encuentro a más de 30 temperaturas con la nariz tapada y que moquea y ojos llorosos. Tengo cuidado con los remedios para el resfriado, ya que muchos están llenos...