Mi hijo ama a un gato en nuestro edificio. El gato rueda sobre su espalda y se estira, y mi hijo acaricia su pelaje. Pero luego trata de sostener al gato con ambas manos, a veces alrededor de la cintura (el gato sale) y otras veces la cabeza del gato. Se vuelve más audaz cuanto más juegan, y por lo...